Es curioso, siempre me había gustado pero hasta hace poco no he descubierto el placer de escribir.
No sé muy bien porque escribir siempre me ha gustado más que hablar o leer, la verdad es que nunca me había parado a pensar profundamente sobre ello pero al hacerlo veo que es tremendamente incongruente con mi forma de ser.
Me encanta el contacto con la gente y sin embargo siempre que he podido he derivado mi contacto con los demás a la escritura.
¿Por qué alguien como yo se refugia entonces en la escritura? Tras mucho meditar creo que la respuesta es sencilla y natural, lo hago por el placer de escribir, no quiero decir con ello que no me guste hablar, ver o leer pero por extraño que me parezca a mí mismo es más placentero para mi ponerme delante del ordenador y ponerme a escribir, en papel, no por favor, que luego, como otros que prefiero no mencionar, no entiendo mi letra.
No puedo negar que me gusta aún más estar con los amigos de cañas y disfrutando de cualquier actividad que me haga feliz: como jugar al ajedrez o ver un partido del Atleti, pero por desgracia esos momentos felices son efímeros y la mayor parte del tiempo nuestra vida es más monótona y aburrida y la imaginación que se desata cuando escribes cubre esa deficiencia.
Pero no quiero que este escrito se quede en una reflexión sobre lo que me gusta a mí, me gustaría aportar mi granito de arena para que tú intentes descubrir el placer de escribir si es que no lo has descubierto ya, así que voy a enumerar las ventajas que tiene desde mi punto de vista escribir en el día a día.
Razones por las que escribir es un placer
– Antes de escribir hay que pensar obligatoriamente, si a diferencia de cuando hablamos o leemos pensar es obligatorio, no escribimos nada sin haberlo pensado antes como si hacemos al hablar, incluso cuando leemos a veces ni nos enteremos de lo que leemos porque lo hacemos mecánicamente sin pensar y profundizar en lo leído.
– Escribir implica leer y hablar al mismo tiempo, cuando uno escribe siempre se lee para asegurarse de que está de acuerdo con lo que ha escrito y al mismo tiempo hablas con ti mismo al leerlo para ver como suena.
– Se puede divagar todo lo que se quiera alejándose de la realidad, la escritura nos permite requiebros que difícilmente el habla nos puede permitir, nos permite situarnos en cualquier lugar aunque incluso nunca hayamos estado allí.
– Lo escrito perdura en el tiempo, las palabras se las lleva el viento pero si están escritas es más difícil que vuelen y quedaran ahí incluso cuando ya no estés.
– Lo escrito llega a más gente, cuando hablamos siempre lo hacemos para un grupo reducido un escrito puede traspasar ese coto cerrado y ser leído en cualquier lugar y motivar a alguien que ni te conoce ni probablemente te conozca personalmente nunca.
– Lo escrito puede ser corregido, si pasado el tiempo lees algo que has escrito y no estas conforme puedes rectificar lo expuesto, lo hablado es más difícil de corregir porque su olvido hace que no reconozcas tu error.
Hay muchísimas razones que fundamentan el placer de escribir pero creo que extenderme más haría menos placentera tu lectura.

Escribiendo por no aburrirme
2 comentarios
Se nota que te gusta por la pasión con la que describes las razones y lo detallado de estas. Enhorabuena por esa pasión que, además, dicen es terapéutica.
Autor
Espero que no sea demasiada la pasión pues dicen que es el primer paso para la sinrazón