Aprender de tus errores

aprender de tus erroresNo cabe la menor duda que si eres capaz de aprender de tus errores tienes más posibilidades de éxito en lo que te propongas.

Pero, desafortunadamente, en la mayoría de las ocasiones no somos capaces de identificar un error hasta mucho tiempo después de cometerlo, lo cual no solo complica el aprendizaje si no que permite su reproducción.

Por eso es muy importante mantenerse despierto y crítico de uno mismo, pues para poder aprender de tus errores primero tienes que aprender a identificarlos. Es muy ilustrativa la reflexión del ensayista estadounidense Elbert Hubbard: “Un fracasado es un hombre que ha cometido un error, pero que no es capaz de convertirlo en experiencia”.

Todos hemos cometido multitud de errores en la vida y en muchas ocasiones hasta hemos sido capaces de identificarlos con prontitud pero como humanos que somos insistimos en ellos a sabiendas, una vez más el ajedrez me servirá para reflexionar sobre el tema.

No soy capaz de recordar todas las veces que he perdido partidas ganadas por cometer errores, ni las veces que el triunfador he sido yo mismo por los errores de mi rival, pero sí que recuerdo los factores que han condicionado ese error y aun así y aunque intento evitarlos esos factores vuelven a aparecer. Supongo que si juegas al ajedrez a ti te pasara lo mismo y tendrás tus propios condicionantes pero no creo que diverjan mucho de los míos:

Perdida de concentración o cansancio, si, es muy triste, pero aunque sé que está es la mayor fuente de mis errores no hago mucho por evitarlo, y como me conozco, acelero mi juego para intentar evitar que aparezca.

Jugar demasiado rápido, claro, debería jugar más despacio pero si lo hago ya se lo que pasa.

Aburrimiento, sí que le vamos a hacer si la posición que tengo en el tablero me aburre tiendo a cagarla, vamos como la vida misma.

Falta de preparación, si muchas veces te metes en líos teóricos sin estar preparado y al hacerlo con un rival bien preparado el error termina apareciendo sin necesidad de que tu rival tenga siquiera que pensar.

Soy muy malo, si eso también, claro.

Y sirve de algo esto para reducir los errores en tu trabajo, o en tu vida, pues evidentemente si, en una partida de ajedrez tienes un tiempo finito y no puedes abstraerte pero en la vida la mayoría de las veces sí:

Si estás cansado, descansa.

Si notas que estás perdiendo la concentración, date un paseo y refresca tu mente.

Si ves que estás haciendo algo muy rápido, frena y ve con más calma.

Si te aburres con algo, cambia a otra cosa y ya la retomaras cuando estés más centrado.

Si no has preparado bien un tema, pues pierde un poco de tiempo en investigar sobre lo que estás haciendo antes de proseguir.

En cualquier caso, tu actitud ante un error siempre debe ser positiva, hasta el mismísimo Bill Gates lo dejó claro: «No te lamentes de tus errores, aprende de ellos.», de que sirve enfadarse por errar, de nada. Si el tiempo dedicado al berrinche se dedica a analizar el porqué del error y ver cómo se puede actuar para evitarlo, sonriendo a ser posible mientras lo haces, seguro que estarás más cerca de aprender de tus errores.

No me quiero extender mucho más, pero os dejare otra frase célebre de un activista y abogado estadounidense Ralph Nader: “Tu mejor maestro es tu último error”, es verdad que esto lo dijo antes del «boom» de Internet pero no le falta razón al hombre.

Y tú, ¿qué haces para aprender de tus errores?

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