Si hay algo en esta vida que nunca he logrado entender es porque la gente obliga y se obliga a llevar corbata.
La corbata es una prenda que se empezó a usar como una forma de distinción, los burgueses o clase dominante impuso su uso como manera de diferenciarse del resto de los mortales, pero en un momento dado esos mortales pensaron que llevarla implicaba ascender de clase social.
Nadie sabe muy bien como el uso de la corbata se propagó como la peste y la gran mayoría de las empresas con atención al público y de las oficinas prácticamente obligaron a su uso a sus empleados o estos se obligaron a ellos mismos a vestir dicha prenda.
Yo, por supuesto, también he tenido que sufrir su uso, recuerdo en mi primer trabajo que la sub-contrata que me contrató me pidió que fuera con corbata a trabajar, ya fuera a la contrata o al cliente final, yo, obediente, ilusionado y algo asustado por mi primer trabajo, me planté con mi corbatita, la más bonita que vi después de perder un tremendo tiempo en elegirla. Era julio y creo que por eso aborrezco desde entonces tanto esta prenda, la corbata unida a la chaqueta y al pantalón de tergal, y a los nervios del primer idea me hicieron sudar como si trabajará en una mina, y la sensación de opresión en el cuello a veces te daba la sensación de no poder respirar, pero era tanta la ilusión que uno se sobrepone y aguanta porque asume que esa prenda es de obligado uso, pese a que tengas que cargar con ordenadores, agacharte para colocar cables y demás tareas físicas, lo importante es que todos vean que eres un tío elegante y responsable porque llevas un corbata.
Evidentemente, a la primera que pude deje de llevarla y solo me la puse cuando considere oportuno, y centré todos mis esfuerzos en hacer lo mejor que pude aquello que me encomendaron.
En mi segundo trabajo, no había opción o ibas con corbata o no ibas, su obligación era increíblemente absurda salvo para querer demostrar el dominio sobre ti de la empresa, solo cuando estabas en el cliente tenía sentido, aunque no tengo dudas que el cliente prefería que hicieras bien tu trabajo que llevaras la corbata más bonita del planeta, pero cuando estabas en la oficina en el rincón más alejado de la puerta sin ninguna posibilidad de que te viera alguien ajeno a la empresa que lógica tenia aquello.
Años después, un buen día, tome la decisión de no volver a ponerme corbata y no lo he hecho desde entonces ni en las bodas, me gusta no tener la sensación de tener una soga al cuello e ir lo más cómodo que puedo.
Dicho esto, quiero aclarar que se debe vestir bien en el trabajo sobre todo si estas de cara al cliente, y entiendo que en ciertos trabajos se requiera uniforme que incluya la corbata, pero no puedo entender porque obligamos al uso de prendas tan incomodas que solo pueden servir para limitar la capacidad de hacer bien su trabajo al trabajador.
Respeto enormemente a aquellos que la llevan porque lo ven imprescindible porque su educación les ha inculcado ello, pero permitidme que yo no la lleve porque la vida me ha enseñado que es una prenda inútil y mi rendimiento baja porque me incomoda. Y también reconozco que en general son bonitas, aunque a veces se ve alguna que obliga a frotarse los ojos con los dedos.
Y tú, llevas corbata: ¿por qué quieres?, ¿por qué te obligan? o ¿por qué tú lo vales?
Escribiendo por no aburrirme
6 comentarios
Saltar al formulario de comentarios
Hola Jesús! Estoy totalmente de acuerdo con tu exposición. No se debería de obligar a usar una prenda que a mi también me parece tremendamente incómoda, con todos mis respetos para aquellos que la usan por placer. Yo personalmente no las uso y no me la pondría a no ser que fuese muy necesario. Recibe un cordial saludo.
Autor
Gracias por tu comentario Ricardo, me alegra ver que no soy el único que piensa así, es un tema del que la gente prefiere no hablar mucho y asumir sin más…
La corbata distingue tanto como las cadenas de oro, dependiendo de quien opine lo ve mejor o peor.
Autor
Es parecido la única diferencia que veo es que nadie te obliga a llevarlas, gracias Enrique por tu comentario.
Hola, Jesús. Conozco a muchos hombres que tienen la misma sensación que tú pero ni se les ha pasado por la cabeza dejar de usarla. Bien por ti! Comparto tu opinión. Se puede ir perfectamente vestido y no tener que ir con esa «soga».
Autor
Pues si, «soga» es una palabra que estuve tentado de usar pero preferí por una vez ser políticamente correcto 😎
Es verdad que los hombres asumimos hacer ciertas cosas por el entorno sin ni siquiera preguntar la utilidad y pocos son los que se paran a pensar y romper con lo establecido.