Prevención del fraude

La prevención del fraude es un factor vital en la buena marcha de un negocio y al mismo tiempo resulta un grave perjuicio para el consumidor final de buena fe.

El recrudecimiento de la crisis ha tenido un efecto directo en el aumento de la incidencia del fraude: suplantación de identidad, clonación o robo de tarjetas y otros delitos electrónicos están a la orden del día.

Como suele pasar el defraudador suele ir un paso por delante de los sistemas de admisión, y el lógico aumento de sistemas automatizados que reduce significativamente los métodos manuales de comprobación de la información reflejada en una solicitud, han permitido el aumento de estos delitos.

El fraude en la admisión ha afectado a bastantes empresas dedicadas a actividades que implican él envió del bien al consumidor, pues en ocasiones dicho material se envía si la pertinente seguridad en la corrección de la información.

Es imprescindible el uso de un software o técnicas de detección inteligentes en los sistemas de prevención del fraude para predecir la posibilidad de un fraude así como la incorporación de todos los recursos posibles para confirmar la veracidad de una información.

prevención del fraude

No quiero entrar mucho en detalle para no contribuir al aumento de este fenómeno pero en líneas generales los fraudes habituales son:

 

El fraude de identidad, el más difícil de combatir porque la mezcla de datos reales con datos fraudulentos hace muy complicado discernir la veracidad completa de los datos y tiene como corolario, aparte del impago, una enorme cantidad de problemas legales para la persona suplantada, que en muchas ocasiones tarda enorme tiempo en descubrirlo y que casi siempre requiere de ingentes vicisitudes legales para recuperar su buen nombre (salvo que sea la Infanta).

Las mafias del fraude siguen activamente obteniendo pingues beneficios con esta práctica.

El fraude de solicitud, es cuando el propio solicitante varia algún dato a sabiendas de que eso le va a permitir mejores prestaciones, en general, derivara también en impagos, pero en ocasiones son los propios puntos de venta los que ayudan al potencial cliente a conseguir el servicio a sabiendas de que con sus datos reales no podrían conseguirlo y puede, por ende, que no tenga efecto en el impago.

Fraude on-line, cuando se utilizan medios electrónicos para formalizar el pago del bien o servicio, afortunadamente se ha reducido mucho en España en los últimos años porque cada vez hay más medios seguros de pago y mejores sistemas de control, pero hay un gran riesgo potencial porque ya sabemos que el mal suele ir un paso por delante y está continuamente descubriendo caminos para sortear a dichos sistemas.

Fraude de tarjetas, la clonación o robo de las mismas permite su uso en pagos, también afortunadamente parece que en España se ha reducido bastante este tipo de delito por la mejoría en el control de la autenticación, o al menos eso dicen, aunque sigue siendo un factor bastante grave.

– El que yo llamo, Fraude chapucero, es aquel que mete todo tipo datos inventados en la solicitud online intentando encontrar el agujero en los sistemas, os sorprendería saber que a veces hasta Michael Jackson consigue el objetivo, este obviamente es el más fácil de evitar poniendo controles bastante básicos pues el chapucero suele ser bastante cansino al mismo tiempo.

Otro día entraré más en detalle en el tema pero sirva este artículo como introducción a la prevención del fraude.

 

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